SISTEMA NERVIOSO CENTRAL
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Prevención de la enfermedad de Parkinson en la próxima década: Impacto del medio ambiente y los estilos de vida

Prevención de la enfermedad de Parkinson en la próxima década: Impacto del medio ambiente y los estilos de vida


El entendimiento del origen o génesis de las enfermedades que aquejan al ser humano, se ha convertido en uno de los principales focos de atención de varios grupos de investigadores.

 Y es que a partir de ese conocimiento, aún esquivo para muchas enfermedades, se podrían diseñar estrategias terapéuticas novedosas que permitan, sino la curación (aunque también es buscada), si mejorar la calidad de vida asociada a la supervivencia del individuo que la padece. La enfermedad de Parkinson hace parte de este grupo de enfermedades, y debido al gran impacto que produce en la sociedad, hay varios frentes de investigación en curso.1

Según los resultados de múltiples estudios de diferente índole, la enfermedad de Parkinson tiene un origen multifactorial, donde el medio ambiente y los estilos de vida de las personas influyen como factor de riesgo para su desarrollo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la enfermedad de Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común en el mundo, afectando a aproximadamente 6.1 millones de personas en todo el mundo. A medida que la población mundial envejece, se espera un aumento significativo en la carga de esta enfermedad en las próximas décadas. Por lo tanto, comprender las implicaciones del ambiente y el estilo de vida en la prevención de la enfermedad de Parkinson es de vital importancia para abordar este desafío de salud pública.1,2

Además de la edad, se han identificado varios factores de riesgo para el desarrollo de la enfermedad de Parkinson, ver gráfica 1. Si bien estos factores pueden aumentar la susceptibilidad individual, no todos los individuos expuestos a ellos desarrollan la enfermedad, lo que sugiere una interacción compleja entre los factores genéticos y ambientales, y la presencia de algunos factores protectores podrían influir también, ver gráfica 2.1,2,3

   Gráfica 1. Factores de riesgo para enfermedad de Parkinson

Factores de riesgo para enfermedad de Parkinson

Gráfica 2. Factores protectores para enfermedad de ParkinsonFactores protectores para enfermedad de Parkinson

 

Tabaquismo 

Influencia ambiental:2,4,5

  1. Exposición a toxinas ambientales: La exposición a ciertas toxinas ambientales se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson. Por ejemplo, estudios han encontrado una relación entre la exposición a pesticidas y productos químicos industriales y un mayor riesgo de Parkinson. Además, la exposición a metales pesados ​​como el plomo y el manganeso también se ha relacionado con un mayor riesgo de la enfermedad.
  2. Polución del aire en ciudades: Investigaciones recientes han sugerido una asociación entre la exposición a la contaminación del aire y un mayor riesgo de enfermedad de Parkinson. La presencia de partículas finas y contaminantes en el aire puede ingresar al sistema nervioso central y desencadenar procesos neuroinflamatorios y daño neuronal, contribuyendo así al desarrollo de la enfermedad.
  3. Exposición a pesticidas y productos químicos: La exposición ocupacional o ambiental a pesticidas y otros productos químicos tóxicos ha sido ampliamente estudiada en relación con la enfermedad de Parkinson. Los agricultores, trabajadores de la industria química y personas que viven en áreas rurales con un mayor uso de pesticidas tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.

Influencia del estilo de vida:1,2,3,6,7,8

  1. Hábito de fumar y consumo de alcohol: El hábito de fumar y el consumo de alcohol han sido objeto de investigación en relación con la enfermedad de Parkinson. Estudios han demostrado que fumar cigarrillos se asocia con un menor riesgo de desarrollar la enfermedad, aunque los mecanismos exactos aún no se comprenden por completo. En cuanto al consumo de alcohol, la evidencia es menos clara. Algunos estudios han encontrado una asociación inversa entre el consumo moderado de alcohol y el riesgo de Parkinson, pero se necesita más investigación para comprender mejor esta relación y los posibles mecanismos subyacentes. Sin embargo, es importante destacar que el consumo excesivo de alcohol y el tabaquismo tienen múltiples efectos adversos para la salud y no se recomiendan como estrategias preventivas para la enfermedad de Parkinson.
  2. Estrés y calidad del sueño: El estrés crónico y la mala calidad del sueño se han relacionado con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson. El estrés puede desencadenar respuestas inflamatorias y oxidativas en el cerebro, lo que puede contribuir a la neurodegeneración. Por otro lado, la falta de sueño adecuado y la interrupción del sueño pueden afectar negativamente la salud cerebral y aumentar el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.
  3. Dieta: Varios estudios han demostrado que una dieta rica en antioxidantes, como frutas y verduras, puede tener un efecto protector contra la enfermedad. Además, la ingesta adecuada de vitamina D, ácidos grasos omega-3 y otros nutrientes esenciales puede ayudar a mantener la salud cerebral y reducir el riesgo de la enfermedad.
  4. Actividad física y ejercicio: La evidencia sugiere que la actividad física regular y el ejercicio pueden tener efectos beneficiosos en la prevención y el manejo de la enfermedad de Parkinson. El ejercicio aeróbico y el entrenamiento de fuerza han demostrado mejorar los síntomas motores, la función cognitiva y la calidad de vida en pacientes con la enfermedad.

Las actividades y estrategias orientadas hacia la prevención claramente deben estar orientadas hacia el refuerzo de los factores protectores y la búsqueda de mitigar o evitar los factores de riesgo. Al tratarse de un problema de salud pública, la intervención sobre la calidad del aire, el impacto de pesticidas y otros químicos en las poblaciones, tendrá que ser parte de políticas nacionales o regionales. Mientras tanto, los clínicos pueden ayudar en la difusión y promoción de los estilos de vida saludable, específicamente orientando hacia la necesidad de los cambios en la dieta y la actividad física regular. Con estos pasos podrán evidenciarse disminuciones significativas en el riesgo de padecer la enfermedad de Parkinson entre otras múltiples enfermedades.1,4

 

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Referencias

  1. Marras C, Canning CG, Goldman SM. Environment, lifestyle, and Parkinson's disease: Implications for prevention in the next decade. Mov Disord. 2019 Jun;34(6):801-811.
  2. Beitz JM. Parkinson's disease: a review. Front Biosci (Schol Ed). 2014 Jan 1;6(1):65-74.
  3. Cacabelos R. Parkinson's Disease: From Pathogenesis to Pharmacogenomics. Int J Mol Sci. 2017 Mar 4;18(3):551.
  4. De Miranda BR, Goldman SM, Miller GW, et al. Preventing Parkinson's Disease: An Environmental Agenda. J Parkinsons Dis. 2022;12(1):45-68.
  5. Breckenridge CB, Berry C, Chang ET, et al. Association between Parkinson's Disease and Cigarette Smoking, Rural Living, Well-Water Consumption, Farming and Pesticide Use: Systematic Review and Meta-Analysis. PLoS One. 2016 Apr 7;11(4):e0151841.
  6. Reichmann H, Csoti I, Koschel J, et al. Life style and Parkinson's disease. J Neural Transm. 2022 Sep;129(9):1235-1245.
  7. Peng B, Yang Q, B Joshi R, et al. Role of Alcohol Drinking in Alzheimer's Disease, Parkinson's Disease, and Amyotrophic Lateral Sclerosis. Int J Mol Sci. 2020 Mar 27;21(7):2316.  
  8. Knight E, Geetha T, Burnett D, et al. The Role of Diet and Dietary Patterns in Parkinson's Disease. Nutrients. 2022 Oct 25;14(21):4472