A la hora de definir los tratamientos analgésicos se debe tener en cuenta cuáles son las dosis adecuadas de administración. Aprenda aquí de qué depende
El tratamiento farmacológico del dolor busca controlar el síntoma hasta su desaparición o el alivio en la percepción de este. Dentro de las recomendaciones generales para un tratamiento farmacológico adecuado existe un uso preferente por la administración vía oral, que se evite las tomas de forma escalonada, desde los analgésicos más débiles a los más potentes, y los fármacos deben ser usados según la severidad del dolor en el paciente.
Se recomienda no prescribir un narcótico agonista-antagonista con un narcótico agonista, ya que esto puede desarrollar un síndrome de abstinencia en el paciente.1
¿Cuáles son los tratamientos farmacológicos para el dolor?
El dolor se trata con la escala analgésica habitual, que inicia con la administración de dosis bajas, sostenidas y mantenidas, fármacos de vida media corta. El control y esfuerzo por parte del médico debe concentrarse en el paciente más que en la enfermedad.1
Los analgésicos son los medicamentos encargados de suprimir y aliviar la sensación de dolor, la clasificación de los analgésicos más recurrentes en el tratamiento farmacológico del dolor son los analgésicos mayores, que incluyen los opiáceos y opioides, y los analgésicos no opiáceos, en esta categoría se incluyen los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs).2
Analgésicos no opiáceos
Denominados también analgésicos periféricos, son un grupo de fármacos que presentan propiedades analgésicas y antiinflamatorias. Principalmente se usan para el tratamiento del dolor tipo somático, ya sea de carácter leve o moderado. Se caracterizan por tener un mecanismo de acción periférico, por lo que no generan dependencia.2
Los analgésicos menores más comunes en la actualidad pertenecen a los siguientes grupos:
Analgésicos mayores
Opiáceos y opioides: se utilizan para el tratamiento del dolor de gran intensidad, algunos se clasifican como fármacos naturales (opiáceos) y otros sintéticos (opioides), y actúan sobre receptores opioides de las neuronas del sistema nervioso. Los opiáceos utilizados para la analgesia tienen un acción agonista y antagonista.2
Por otro lado, para el dolor agudo la mejor opción de tratamiento son los opioides agonistas puros de liberación inmediata, administrados en dosis bajas y por un corto periodo de tiempo. La prescripción de opioides en dosis más altas y durante un largo periodo de tiempo puede generar efectos adversos específicos en el paciente.3 El tratamiento del dolor crónico con opioides debe ser bajo formulación de acción prolongada, aunque estos fármacos tienen un mayor riesgo de efectos adversos en pacientes que no se hayan tratado previamente con opiáceos.3
Por parte de los opiáceos, estos fármacos pueden ser contemplados para el tratamiento del dolor agudo y grave, no obstante, se debe tener en cuenta la posibilidad de que el paciente desarrolle dependencia física al fármaco, si el tratamiento se extiende durante algunos días más. Por lo tanto, se deben usar brevemente y cambiar el tratamiento tan pronto sea posible, por ejemplo, cuando se tratan traumas agudos o transitorios, como una fractura, una quemadura, entre otros.3
Dentro de esta categoría se encuentran los opiáceos de baja potencia, los cuales contienen menor potencia analgésica, no generan dependencia y no intervienen en el sistema nervioso central (SNC). El opiáceo de baja potencia más frecuente es la codeína.2
Opioides menores
En esta categoría se encuentra el tramadol, un analgésico el cual su mecanismo de acción consiste en actuar sobre el SNC. Se recomienda usarlo para dolores moderados a intensos, y no se ha demostrado que genere dependencia ni tolerancia en el paciente.2
Asimismo, se encuentra la hidrocodona que es un agonista opioide utilizado como agente analgésico. La hidrocodona está indicada para el tratamiento del dolor moderado a severo, ocasionalmente en combinación con acetaminofén o ibuprofeno.4
¿Cómo se administran los analgésicos?
Según el decálogo en la administración de fármacos analgésicos para el tratamiento del dolor, el médico debe tener en cuenta:5
- Identificar el origen del dolor, para así escoger un fármaco acorde al tipo de dolor del paciente.
- Tener amplio conocimiento farmacológico acerca del medicamento seleccionado.
- Escoger una vía de administración que reduzca los efectos adversos en el paciente.
- Administrar el fármaco paulatinamente, que inicie el tratamiento con el analgésico más débil, pero que promueva una respuesta del dolor.
- Utilizar combinaciones de fármacos que proporcione analgesia aditiva.
- Prevenir las combinaciones de fármacos que incrementan la sedación.
- Prever y brindar tratamiento a los efectos secundarios que se presenten.
- Revisar la naturaleza del dolor.
- Disminuir la potencia de los fármacos lentamente.
- Comprender las diferencias entre el dolor y la reacción del tratamiento.
Cabe resaltar la importancia de que se haga una revisión detallada para ajustar las dosis en pacientes pediátricos y geriátricos.5
Posología en los tratamientos analgésicos
A continuación, se describen los detalles de dosificación y posología en los analgésicos no opiáceos.
Tabla 1. Posología de los analgésicos no opiáceos más comunes en Colombia:
Tabla 2. Dosis de los opioides comunes y presentación en Colombia:
Tratamiento del dolor irruptivo
El término dolor irruptivo fue empleado en el año 1990 en Estados Unidos, para definir las exacerbaciones transitorias del dolor oncológico que, en su gran mayoría, está bien controlado bajo el uso de opioides mayores. El tratamiento del dolor irruptivo se basa en la prevención, anticipación y la elección y uso del medicamento adecuado.7 La medicación utilizada para el dolor irruptivo debe cumplir las siguientes especificaciones:7
- Rápidamente efectiva (biodisponibilidad)
- Rápida eliminación
- Buena tolerabilidad
- Fácil administración
- Mínimos efectos adversos
- Corta duración del efecto8
Se puede considerar como primera opción de tratamiento del dolor irruptivo los opiáceos y los antiepilépticos, no obstante, estos últimos pueden generar efectos adversos. El dolor irruptivo principalmente se trata con dosis suplementarias del opioide de base, lo cual permite identificar los potenciales efectos secundarios.
Cabe resaltar que el tratamiento analgésico del dolor irruptivo es específico y no reemplaza el tratamiento del dolor de base.7
Clasificación de los opioides:
1 | Formulaciones de liberación controlada | Administrados por vía oral o transdérmica | Duración del efecto analgésico de 8 a 72 horas |
2 | Formulaciones de liberación normal o rápida | Administrados principalmente por vía oral | Duración del efecto analgésico de 4 a 6 horas |
3 | Formulaciones de liberación inmediata | Administrados por vía transmucosa | Duración del efecto analgésico de 1 a 2 horas |
Opioides más comunes utilizados para el tratamiento analgésico del dolor irruptivo.8
Para el debido uso de analgésicos en el tratamiento del dolor irruptivo, también es imperativo que el médico tenga en cuenta que el tratamiento con opioides debe ir acompañado de otro tratamiento que respalde, prevenga y/o minimice sus efectos secundarios. Además, la vía de administración del tratamiento seleccionado debe indicarse según la situación clínica del paciente, así como la ubicación en donde recibe la atención médica (hospitalización, ambulatorio o asistencia domiciliaria).8
Para todo médico, el tratamiento analgésico es una prioridad para sus pacientes. Y los antiinflamatorios no esteroideos (AINES) han sido una solución para muchos. Pero ¿les estamos dando el uso correcto?, le invitamos a ver el webinar: Aines, ¿cuáles y cómo usarlos?.
Referencias
1. Tabares-Zas V, Rodríguez-Rodríguez JR, Jiménez-Silva E. El dolor y su manejo en los cuidados paliativos. Panorama Cuba y Salud. Mayo de 2013;8(2):41-48.2. Divins MJ. Analgésicos. Farmacéutica [Internet]. Noviembre-diciembre de 2015 [citado el 23 de marzo de 2022];29(6).
3. Watson JC. Tratamiento del dolor [Internet]. Rochester: Manual MSD; [fecha de publicación desconocida] [actualizado en febrero de 2020; citado el 23 de marzo de 2022]. Disponible en: https://www.msdmanuals.com/es/professional/trastornos- neurol%C3%B3gicos/dolor/tratamiento-del-dolor#v1033018_es
4. Drug Bank. Hydrocodone [Internet]. Canadá: go.drugbank.com; 13 de junio de 2005 [actualizado el 4 de mayo de 2022; citado el 3 de mayo de 2022]. Disponible en: https://go.drugbank.com/drugs/DB00956
5. Muriel C, Santos J, Sánchez-Montero FJ. Farmacología de los analgésicos no opiáceos (AINEs) [Internet]. Salamanca: Máster del Dolor; 2012 [citado el 24 d
marzo de 2022]. Disponible en: http://www.catedradeldolor.com/PDFs/Cursos/Tema%206.pdf
6. Hospital Universitario San Ignacio. Manual de Consulta Intrahospitalaria Alivio del dolor [Internet]. Bogotá: husi.org.co; [fecha de publicación desconocida] [citado el 25 de marzo de 2022]. Disponible en: https://www.husi.org.co/documents/10180/15238261/Cuidados+P+-+Manejo+del+dolor+-+12+mayo.pdf/3c5c5a97-a4c2-450b-aa08-93a404183d4
7. Cánovas Martínez L, Rodríguez Rodríguez A. B., Castro Bande M, Pérez Arviza L, López Soto C, Román Nuñez R. Tratamiento del dolor irruptivo. Rev. Soc. Esp. Dolor. Diciembre de 2012;19(6):318-324.
.8. Escobar Álvarez Y, Biete i Solà A, Camba Rodríguez M, Gálvez Mateos R, Mañas Rueda A, Rodríguez Sánchez CA et al. Diagnóstico y tratamiento del dolor irruptivo oncológico: recomendaciones de consenso. Rev. Soc. Esp. Dolor. Abril de 2013;20(2):61-68.
9. Mayo Clinic. Meloxicam (oral route) [Internet]. Rochester: mayoclinic.org; [actualización el 1 de mayo de 2022; citado el 5 de mayo de 2022] Disponible en: https://www.mayoclinic.org/drugs-supplements/meloxicam-oral-route/proper- use/drg-20066928