ANALGESIA
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Pregabalina en el manejo del dolor agudo y subagudo: más allá de su uso en dolor crónico

Pregabalina en el manejo del dolor agudo y subagudo: más allá de su uso en dolor crónico
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Durante las últimas décadas, la pregabalina ha pasado de ser un antiepiléptico de segunda generación a consolidarse como un agente clave en el tratamiento del dolor neuropático crónico.

No obstante, la evidencia emergente sugiere que su utilidad podría extenderse al manejo del dolor agudo y subagudo, especialmente en escenarios quirúrgicos y postraumáticos donde la activación temprana de las vías centrales del dolor determina en gran medida la evolución clínica posterior (1,2). Este enfoque plantea que intervenir farmacológicamente desde las fases iniciales del dolor podría no solo aliviar el sufrimiento inmediato, sino también reducir la sensibilización central y prevenir la cronificación (3).

El mecanismo de acción de la pregabalina explica esta hipótesis. Al unirse de forma selectiva a la subunidad α₂δ de los canales de calcio dependientes de voltaje, reduce la liberación de neurotransmisores excitatorios como glutamato, sustancia P y péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP) (3,4). Este efecto modula la hiperexcitabilidad neuronal sin bloquear la nocicepción fisiológica, lo que le confiere un perfil particularmente atractivo para el control del dolor agudo en cirugías de alto componente neuropático o inflamatorio (4).

La analgesia multimodal, basada en la combinación de fármacos con mecanismos complementarios, constituye el estándar actual en el tratamiento del dolor postoperatorio. En este contexto, la pregabalina se ha incorporado como coadyuvante analgésico con resultados prometedores. Clarke et al. (2012) demostraron en una revisión sistemática y metaanálisis que la administración perioperatoria de pregabalina o gabapentina reduce el consumo de opioides entre un 20 % y 30 %, además de mejorar las puntuaciones de dolor en las primeras 24 horas postquirúrgicas (1). Este efecto, aunque moderado, adquiere relevancia clínica al disminuir la dependencia de opioides y sus efectos adversos, especialmente en procedimientos mayores como artroplastias, toracotomías o cirugía de columna.

Por su parte, Mishra et al. (2015) señalaron que la pregabalina reduce la hiperalgesia inducida por incisión y modula la plasticidad nociceptiva, evitando el establecimiento del dolor neuropático postoperatorio (2). A su vez, Yu et al. (2019), en un metaanálisis de nueve ensayos aleatorizados que incluyó 684 pacientes sometidos a toracotomía, demostraron que la pregabalina disminuyó significativamente el dolor agudo durante los primeros tres días, redujo el riesgo de dolor neuropático crónico en 80 % y bajó el consumo total de morfina en 5 mg equivalentes (5). Estos resultados refuerzan la noción de que su beneficio es más evidente en cirugías con lesión nerviosa directa, mientras que su utilidad en procedimientos con bajo componente neuropático es menos consistente (2,5,6).

El estudio de Mathiesen et al. (2008) evaluó el uso combinado de pregabalina y dexametasona en artroplastia de cadera, evidenciando una reducción significativa de la intensidad del dolor y del consumo de analgésicos sin incremento de efectos adversos graves (6). Sin embargo, el riesgo de mareo y somnolencia —efectos adversos más frecuentes— aumenta con dosis superiores a 300 mg/día, lo que exige precaución, especialmente en adultos mayores (5,6).

De manera interpretativa, la pregabalina no debe considerarse un sustituto de los analgésicos convencionales, sino un modulador neurofisiológico que potencia la eficacia de los esquemas multimodales y contribuye a prevenir la cronificación del dolor. Su uso racional debe centrarse en pacientes con alto riesgo de sensibilización central o con componente neuropático identificado, priorizando la individualización de la dosis y la monitorización de la tolerancia (1–6).

La pregabalina continúa consolidándose como un modulador central del dolor, tanto en escenarios agudos como subagudos, con beneficios clínicos que trascienden la analgesia convencional. Su integración dentro de estrategias multimodales ha permitido optimizar la recuperación funcional, disminuir la cronificación y reducir el consumo de opioides sin comprometer la seguridad del paciente (1–6). No obstante, el avance reciente en formulaciones farmacéuticas ha abierto una nueva etapa en la optimización de su eficacia terapéutica, particularmente con la introducción de la pregabalina de liberación controlada (CR), diseñada para mejorar la adherencia y la estabilidad analgésica en el dolor crónico neuropático (7, 8).

Pregabalina de liberación controlada (CR): evidencia clínica de eficacia y seguridad

La introducción de la pregabalina de liberación controlada (CR) ha sido respaldada por múltiples estudios clínicos que confirman su eficacia analgésica y perfil de seguridad comparables —e incluso superiores en adherencia— respecto a la formulación inmediata. En un ensayo fase III, Arnold et al. (2014) demostraron que pregabalina CR, administrada una vez al día en dosis de 165 a 495 mg, mantuvo la reducción del dolor y mejoró la percepción global de beneficio en pacientes con fibromialgia, con baja tasa de efectos adversos discontinuadores (7). En otro estudio aleatorizado, Huffman et al. (2017) evaluaron pacientes con neuralgia posherpética, encontrando que pregabalina CR (82.5–660 mg/día) prolongó de forma significativa el tiempo hasta la pérdida de respuesta terapéutica y redujo la intensidad promedio del dolor comparado con placebo, sin incremento relevante de eventos adversos (8). De forma complementaria, Oh et al. (2025) confirmaron estos hallazgos en un estudio postcomercialización con más de 600 pacientes con neuropatía periférica, donde se observó una reducción clínicamente significativa del dolor y de la interferencia del sueño, con solo un 6.3 % de eventos adversos leves, principalmente mareo y somnolencia (9). Además, la revisión de Alciati et al. (2018) destacó que la formulación controlada mantiene la eficacia de la forma inmediata, pero con mayor conveniencia posológica y menor variabilidad plasmática, factores que favorecen la adherencia terapéutica (10). En conjunto, la evidencia clínica disponible confirma que la pregabalina CR es una alternativa eficaz, segura y mejor tolerada para el manejo sostenido del dolor neuropático crónico, con potencial para optimizar resultados y calidad de vida en poblaciones complejas.

 

 


Referencias

  1. Clarke H, Bonin RP, Orser BA, Englesakis M, Wijeysundera DN, Katz J. The prevention of chronic postsurgical pain using gabapentin and pregabalin: a combined systematic review and meta-analysis. Anesth Analg. 2012;115(2):428–442. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/22415535/)
  2. Mishriky BM, Waldron NH, Habib AS. Impact of pregabalin on acute and persistent postoperative pain: a systematic review and meta-analysis. Br J Anaesth. 2015 Jan;114(1):10-31. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25209095/)
  3. Field MJ, Holloman EF, McCleary S, Hughes J, Singh L. Evaluation of gabapentin and pregabalin in a rat model of post-operative pain. Proc Natl Acad Sci USA. 2006;103(46):17537–17542. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/9316831/
  4. Taylor CP, Angelotti T, Fauman E. Pharmacology and mechanism of action of pregabalin: the calcium channel α2δ subunit as a target for antiepileptic drug discovery. Epilepsy Res. 2007;73(2):137–150. https://doi.org/10.1016/j.eplepsyres.2006.09.008
  5. Zhang J, Ho KY, Wang Y. Efficacy of pregabalin in acute postoperative pain: a meta-analysis. Br J Anaesth. 2011 Apr;106(4):454-62. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/21357616/
  6. Mathiesen O, Jacobsen LS, Holm HE, Randall S, Adamiec-Malmstroem L, Graungaard BK, et al. Pregabalin and dexamethasone for postoperative pain: a randomized controlled study in hip arthroplasty. Br J Anaesth. 2008;101(4):535–541. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/18653493/
  7. Arnold LM, Arsenault P, Huffman C, Patrick JL, Messig M, Chew ML, Sanin L, Scavone JM, Pauer L, Clair AG. Once-daily controlled-release pregabalin in the treatment of patients with fibromyalgia: a phase III, double-blind, randomized withdrawal, placebo-controlled study. Curr Med Res Opin. 2014;30(10):2069–2083. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/24867298/
  8. Huffman CL, Goldenberg JN, Weintraub J, Sanin L, Driscoll J, Yang R, et al. Efficacy and safety of once-daily controlled-release pregabalin for the treatment of patients with postherpetic neuralgia: a randomized withdrawal, placebo-controlled trial. Clin J Pain. 2017;33(7):569–578. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/27753650/
  9. Oh S-I, Park JH, Oh S-Y, Moon J-Y, Kang J-Y, Choi JB, Lee B-W. Safety and effectiveness of pregabalin controlled-release in Korean patients with peripheral neuropathic pain: a post-marketing surveillance data. Medicine (Baltimore). 2025;104(38):e44813. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/40988176/
  10. Alciati A, Atzeni F, Masala IF, Cirillo M, Sciortino D, Perna G, Sarzi-Puttini P. Controlled-release pregabalin in the treatment of fibromyalgia. Expert Rev Neurother. 2018;18(8):617–623. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30092164/