
En esta ocasión, analizaremos el estudio publicado en Cells en 2024, “From the Gut to the Brain: Is Microbiota a New Paradigm in Parkinson’s Disease Treatment?” de Vilela C et al, el cual explora la emergente relación entre la microbiota intestinal y la enfermedad de Parkinson (EP).
Dada la creciente incidencia de la EP y las limitaciones de las terapias sintomáticas actuales, este campo ofrece una perspectiva innovadora para el abordaje de la enfermedad.
El artículo evalúa si la disbiosis intestinal es un resultado o una causa de la EP y analiza la capacidad de la microbiota como objetivo terapéutico y origen de biomarcadores. El método se fundamenta en un análisis de la literatura existente acerca del eje intestino-cerebro (GBrA) en la EP.
Los resultados más relevantes destacan una comunicación bidireccional entre el intestino y el cerebro a través de vías inmunes, endocrinas y neuronales, siendo el nervio vago una ruta de comunicación directa. Se refuerza la hipótesis que postula que la agregación patológica de α-sinucleína (αSyn) podría iniciarse en el sistema nervioso entérico y propagarse al cerebro; esta teoría se ve respaldada por estudios en modelos animales que demuestran el transporte de αSyn desde el intestino al cerebro.
Clínicamente, la disbiosis en pacientes con EP se asocia con un aumento de bacterias proinflamatorias y una permeabilidad intestinal elevada "intestino permeable". Esto permite el paso de productos microbianos como los lipopolisacáridos (LPS) a la circulación, lo que puede inducir neuroinflamación y contribuir a la muerte de neuronas dopaminérgicas. Adicionalmente, se ha observado una reducción de bacterias productoras de ácidos grasos de cadena corta (AGCC), como el butirato, que son cruciales para la integridad de la barrera intestinal y poseen efectos antiinflamatorios. Para la práctica clínica, se evidencia que la microbiota intestinal tiene la capacidad de metabolizar directamente medicamentos como la levodopa, disminuyendo así su biodisponibilidad y efectividad; por ejemplo, la eliminación de H. pylori ha probado incrementar la absorción de levodopa.
Para concluir, a pesar de que la relación causal definitiva aún no se ha establecido, las pruebas indican que la microbiota intestinal tiene un rol crucial en la patogénesis de la EP. Esto posibilita el surgimiento de nuevas tácticas terapéuticas, tales como trasplantes de microbiota fecal, prebióticos y probióticos. Igualmente, el estudio de la microbiota se presenta como un camino alentador para la creación de biomarcadores de diagnóstico precoz.
Referencias
Vilela C, Araújo B, Soares-Guedes C, Caridade-Silva R, Martins-Macedo J, Teixeira C, et al. From the Gut to the Brain: Is Microbiota a New Paradigm in Parkinson’s Disease Treatment? Cells. 2024 Jan;13(9):770.