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Eficacia y seguridad de las terapias orales en el tratamiento de la vejiga hiperactiva

Eficacia y seguridad de las terapias orales en el tratamiento de la vejiga hiperactiva

El Síndrome de Vejiga Hiperactiva (SVH), es un síndrome prevalente que afecta a más del 10% de la población general, manifestándose mediante contracciones involuntarias del músculo detrusor que provocan los síntomas y signos descritos en la tabla 1​.1

Esta condición, que incrementa su prevalencia con la edad, compromete significativamente la calidad de vida de los individuos afectados​​.2

Tabla 1. Síntomas y signos del SVH

Síntomas y signos del SVH

El SVH no discrimina por género, aunque algunos factores de riesgo (tabla 2) hacen que  ciertas poblaciones, como las mujeres postmenopáusicas y los hombres con hiperplasia prostática benigna, muestran una predisposición mayor​​.1 Estudios sugieren que más del 16% de las mujeres en Estados Unidos experimentan síntomas del SVH, cifra que se espera aumente con el envejecimiento poblacional​​.2

Tabla 2: Factores de Riesgo Modificables y No Modificables de Vejiga Hiperactiva

Factores de Riesgo

Modificables

No Modificables

Edad

 

Género

 

Historia de Enfermedades Neurológicas

 

Historia Familiar

 

Obesidad

 

Consumo de Cafeína

 

Tabaquismo

 

Consumo Excesivo de Líquidos

 

Estreñimiento Crónico

 

Diabetes Mellitus

 

Multiparidad 

 

 

Tabla 3: Infografía sobre la Fisiopatología del Síndrome de Vejiga Hiperactiva

Componente

Descripción

Contracciones Involuntarias del Detrusor

Actividad espontánea o provocada del músculo detrusor, que causa urgencia urinaria.

Disfunción de la Barrera Urotelial

Alteración en la capa urotelial, permitiendo la filtración de sustancias que activan los receptores muscarínicos del detrusor.

Alteraciones en la Señalización Nerviosa

Desequilibrio en la señalización del sistema nervioso central y periférico, que regula la micción.

Inflamación del Tracto Urinario

Presencia de factores inflamatorios que pueden exacerbar la actividad del detrusor y la sensación de urgencia.

Hipermovilidad Uretral

Contribuye a la incontinencia de urgencia al disminuir la resistencia uretral durante las contracciones del detrusor.

La patogenia del SVH (tabla 3) se asocia principalmente a la actividad detrusora sobreactiva, la cual puede ser espontánea o provocada, siendo en su mayoría idiopática. La compleja interacción entre la función vesical y la regulación neuronal central y periférica subraya la multifactorialidad de este trastorno​​. El manejo del SVH incluye una gama de opciones terapéuticas (gráfica 1) que van desde intervenciones conductuales y fisioterapia del suelo pélvico, hasta tratamiento farmacológico (tabla 4) que incluyen medicamentos antimuscarínicos y agonistas beta-3 adrenérgicos. La elección del tratamiento se personaliza basada en la severidad de los síntomas, comorbilidades y preferencias del paciente​​:2

  • Intervenciones Conductuales y Fisioterapia: Constituyen la primera línea de tratamiento, enfocándose en la modificación del estilo de vida, la reeducación vesical y el fortalecimiento del suelo pélvico​​.
  • Antimuscarínicos: Bloquean los receptores colinérgicos muscarínicos en el músculo detrusor, reduciendo las contracciones vesicales involuntarias. Son la piedra angular en el tratamiento farmacológico del SVH, aunque su uso puede limitarse por los efectos secundarios​​.
  • Agonistas Beta-3 Adrenérgicos: Como el mirabegrón, promueven la relajación del músculo detrusor durante la fase de llenado vesical, ofreciendo una alternativa terapéutica con un perfil de efectos secundarios potencialmente más favorable comparado con los antimuscarínicos​​.
  • Inyecciones de Toxina Botulínica: Indicadas para casos del SVH refractaria, estas inyecciones actúan inhibiendo la liberación de acetilcolina en el músculo detrusor, reduciendo significativamente los episodios de urgencia e incontinencia​​.
  • Estimulación del Nervio Tibial Posterior y Neuromodulación Sacra: Estas técnicas avanzadas se reservan para pacientes que no responden a tratamientos conservadores o farmacológicos, mejorando los síntomas mediante la modulación de las vías nerviosas implicadas en la micción​​.

Gráfica 1. Tipos de terapias del Síndrome de Vejiga Hiperactiva

Terapia farmacológica

Tabla 4: Terapia farmacológica Disponible para el Tratamiento del Síndrome de Vejiga Hiperactiva

Clase Terapéutica

Medicamento

Mecanismo de Acción

Antimuscarínicos

Oxybutinina, Tolterodina, Darifenacina, Solifenacina, Fesoterodina

Bloquean los receptores muscarínicos del detrusor, reduciendo su actividad.

Agonistas Beta-3 Adrenérgicos

Mirabegrón

Relaja el músculo detrusor durante la fase de llenado vesical.

Inyecciones de Toxina Botulínica

Toxina Botulínica tipo A

Inhibe la liberación de acetilcolina en el músculo detrusor.

Estimulación Nerviosa

Estimulación del Nervio Tibial Posterior, Neuromodulación Sacra

Modula las señales nerviosas implicadas en la micción.

Fitoterapia

Extractos de plantas como el arándano

Mecanismos de acción variados, incluyendo efectos antiinflamatorios y antimuscarínicos leves.

En el tratamiento de la vejiga hiperactiva (VH), los antimuscarínicos y los agonistas beta-3 adrenérgicos se destacan por su eficacia y perfil de seguridad, operando mediante mecanismos que mitigan las contracciones involuntarias del músculo detrusor y mejoran los síntomas de urgencia y frecuencia urinaria. Los antimuscarínicos, como la darifenacina y la solifenacina, son fundamentales en el manejo farmacológico de la VH, aunque sus efectos secundarios, como boca seca y estreñimiento, pueden limitar su uso​​.AJGP Por otro lado, el mirabegrón, un representante de los agonistas beta-3 adrenérgicos, ofrece una alternativa.2

Los estudios han demostrado que tanto la darifenacina como la solifenacina son significativamente más efectivas que el placebo en mejorar los síntomas de la VH, resaltando la importancia de estas terapias en el manejo efectivo de esta condición​​ (tabla 5 y 6). La elección entre estas moléculas se basa en su eficacia similar; sin embargo, el perfil de selectividad y tolerabilidad puede influir en la decisión clínica, ajustándose a las necesidades específicas de cada paciente y sus posibles comorbilidades​​.2

Tabla 5: Resultados de Estudios de Darifenacina Frente a Placebo y Otras Moléculas

Estudio

Comparativo

Reducción de Episodios de Incontinencia por Semana

Efectos Secundarios Comunes

Valor de p

Darifenacina vs. Placebo

67.7% con 7.5 mg, 72.8% con 15 mg vs. 55.9% placebo

Significativa

Boca seca (20.6% para 7.5 mg, 30.9% para 15 mg), estreñimiento (18.6% para 7.5 mg, 23.6% para 15 mg)

0.010 y 0.017 (vs. placebo)

Darifenacina vs. Oxybutinina

Eficacia similar; mejor tolerancia con Darifenacina

Mejora comparable en la reducción de episodios

Menos boca seca y visión borrosa con Darifenacina

No especificado

Darifenacina en Mayores de 65 Años

66.7% vs. 34.8% con 7.5 mg, 75.9% vs. 44.8% con 15 mg (vs. placebo)

Mejoras significativas en el subgrupo de edad avanzada

Perfil de tolerabilidad bueno, efectos mayormente leves a moderados

< 0.001 (vs. placebo)

Tabla 6: Resultados de Estudios de Solifenacina Frente a Placebo y Otras Moléculas

Estudio

Comparativo

Mejoras en Síntomas del SVH

Efectos Secundarios Comunes

Valor de p

Solifenacina vs. Tolterodina ER (Ensayo STAR)

Mejor eficacia de Solifenacina en disminución de episodios de urgencia y incontinencia

Significativas mejoras vs. Tolterodina ER

Boca seca y estreñimiento, leves a moderados

< 0.001 (frecuencia urinaria), < 0.040 y < 0.001 (capacidad vesical)

Solifenacina vs. Placebo

Reducción significativa en el número de micciones diarias y nocturia con Solifenacina 10 mg

Mejoras significativas en comparación con placebo

Boca seca y estreñimiento, generalmente leves a moderados

< 0.001 (ambas dosis vs. placebo), 0.016 (10 mg vs. placebo en incontinencia)

Las guías de práctica clínica actuales enfatizan el papel de los antimuscarínicos en el tratamiento del SVH, con la darifenacina y la solifenacina recomendadas frecuentemente debido a su eficacia y perfil favorable de efectos secundarios. La personalización del tratamiento, comenzando con dosis bajas y ajustando según la respuesta y tolerabilidad del paciente, es una estrategia clave respaldada por diversas guías internacionales.3,4,5

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Referencias

  1. Hutchinson A, Nesbitt A, Joshi A, Clubb A, Perera M. Overactive bladder syndrome: Management and treatment options. Aust J Gen Pract. 2020 Sep;49(9):593-598. Ver
  2. White, N., & Iglesia, C. B. (2016). Overactive Bladder. Obstetrics and Gynecology Clinics of North America, 43(1), 59–68. Ver
  3. Lightner DJ, Gomelsky A, Souter L, Vasavada SP. Diagnosis and Treatment of Overactive Bladder (Non-Neurogenic) in Adults: AUA/SUFU Guideline Amendment 2019. J Urol. 2019 Sep;202(3):558-563. https://www.auanet.org/guidelines-and-quality/guidelines/overactive-bladder-(oab)-guideline
  4. AEU. Guia vejiga hiperactiva de la AEU. (2014). Disponible en https://www.aeu.es/UserFiles/files/GuiaVejigaHiperactivaAEU.pdf 
  5. Patiño Sandoval, G. A., Sanchez Basto, C., Iregui Parra, J. D., et al. (2016). Guía vejiga hiperactiva no neurogénica en adultos. Guía de la Sociedad Colombiana de Urología. Disponible en https://www.elsevier.es/es-revista-urologia-colombiana-398-articulo-guia-vejiga-hiperactiva-no-neurogenica-S0120789X16000253 
  6. Brown JS, Bradley CS, Subak LL, Richter HE, Kraus SR, Brubaker L, Lin F, Vittinghoff E, Grady D; Diagnostic Aspects of Incontinence Study (DAISy) Research Group. The sensitivity and specificity of a simple test to distinguish between urge and stress urinary incontinence. Ann Intern Med. 2006 May 16;144(10):715-23. Ver