Razones para el uso de probióticos en pacientes con enfermedad de Parkinson

La enfermedad de Parkinson (EP) es una patología neurodegenerativa que afecta tanto las funciones motoras como no motoras de los pacientes, impactando significativamente su calidad de vida.Uno de los síntomas no motores más comunes y debilitantes en pacientes con EP es el estreñimiento, afectando hasta el 70% de estos pacientes.¹

¿Qué son los probióticos?

Para abordar este desafío, se han explorado diversas opciones terapéuticas, y los probióticos han emergido como una solución prometedora. Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren beneficios a la salud del huésped. Diversos estudios han examinado su impacto en la Enfermdad de Parkinson, destacando su capacidad para mejorar la motilidad intestinal, reducir la inflamación y ofrecer efectos neuroprotectores (tabla 1).^1-4

Tabla 1: Impacto de los probióticos en síntomas gastrointestinales y marcadores inflamatorios en pacientes con EP

Estudios de los probióticos en la Enfermedad de Parkinson

Un estudio aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo, (Barichella M et al 2016) que incluyó a 120 pacientes, demostró que la suplementación con probióticos y fibra prebiótica resultó en un aumento significativo en la frecuencia de movimientos intestinales completos por semana, mejorando notablemente la motilidad intestinal en comparación con el grupo placebo. Además, los pacientes que recibieron probióticos mostraron una mayor proporción de tres o más movimientos intestinales completos y un aumento de uno o más movimientos por semana durante las semanas 3 y 4 del estudio.¹ La Sociedad de Trastornos del Movimiento ha respaldado el uso de probióticos como una opción terapéutica útil para el tratamiento del estreñimiento en la EP.²

Además de los beneficios gastrointestinales, los probióticos han mostrado una capacidad notable para reducir la inflamación, un factor crítico en la progresión de la EP. Un estudio con 60 pacientes (Ibrahim A et al 2020) encontró que la suplementación con probióticos redujo significativamente los marcadores inflamatorios y de estrés oxidativo. Esta reducción de la inflamación sistémica es crucial, ya que la inflamación crónica puede exacerbar los síntomas neurodegenerativos en los pacientes con EP.³

En cuanto a la mejora de las funciones motoras, un estudio con 30 pacientes que recibieron probióticos y 30 que recibieron placebo (Tamtaji OR et al 2019), encontró una disminución en los puntajes de la Escala Unificada para la Evaluación de la Enfermedad de Parkinson (UPDRS) en el grupo que recibió probióticos, indicando una mejora en la función motora y, por ende, en la calidad de vida de los pacientes.⁴

Los efectos neuroprotectores de los probióticos también son significativos (tabla 2). La cepa Lactobacillus plantarum PS128 ha demostrado en estudios preclínicos la capacidad de aumentar los niveles de dopamina en el cerebro y reducir la pérdida de neuronas dopaminérgicas. En un estudio con 25 pacientes (Lu et al 2021), la suplementación con esta cepa durante 12 semanas resultó en una mejora en los puntajes de la UPDRS y en la calidad de vida de los pacientes.^5,6

Tabla 2: Efectos de diferentes cepas de probióticos en la función motora y neuroprotección en pacientes con EP

La influencia de los probióticos en el eje intestino-cerebro también es crucial. La restauración de un equilibrio saludable en el microbioma intestinal puede tener efectos beneficiosos tanto en las funciones gastrointestinales como neurológicas.⁷ Se ha sugerido que la disbiosis intestinal puede estar implicada en la etiología de la EP y que corregir este desequilibrio podría tener implicaciones terapéuticas significativas (8). Un estudio (Metta V et al 2022) destacó la importancia de la salud intestinal en la prevención y tratamiento de la EP, indicando que los probióticos podrían corregir la disbiosis y, por ende, mitigar la progresión de la enfermedad.⁸

Además, una revisión sistemática y meta-análisis de 2023 (Ghalandari N et al 2023) evaluó la efectividad de los probióticos en el alivio del estreñimiento en pacientes con EP. Los resultados mostraron una diferencia media estandarizada (SMD) de 0.92 en la frecuencia de movimientos intestinales por semana, indicando un efecto significativo del tratamiento con probióticos.⁹

En resumen, la evidencia actual sugiere que los probióticos pueden ofrecer múltiples beneficios para los pacientes con EP, desde la mejora de los síntomas gastrointestinales hasta la protección neurodegenerativa y la modulación de la inflamación. Estos hallazgos subrayan la necesidad de considerar el uso de probióticos como parte integral del manejo terapéutico en la enfermedad de Parkinson, proporcionando una herramienta adicional en la búsqueda de mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados por esta compleja enfermedad.^1-9

Te interesa conocer más acerca del tratamiento no farmacológico actual para la Enfermedad de Parkinson?, ¿en qué consiste el tratamiento no farmacológico actual para la Enfermedad de Parkinson?, las respuestas a este muchas otras preguntas te las damos en la whitepaper: Intervenciones no farmacológicas en la enfermedad del Parkinson (EP). 

Referencias

1. Galluzzi L, Baehrecke EH, Ballabio A, et al. Molecular definitions of autophagy and related processes. EMBO J. 2017 Jul 3;36(13):1811-1836.
2. Kuo CJ, Hansen M, Troemel E. Autophagy and innate immunity: Insights from invertebrate model organisms. Autophagy. 2018;14(2):233-242. 
3. Lizama BN, Chu CT. Neuronal autophagy and mitophagy in Parkinson's disease. Mol Aspects Med. 2021 Dec;82:100972.
4. Xilouri M, Stefanis L. Autophagic pathways in Parkinson disease and related disorders. Expert Rev Mol Med. 2011 Mar 21;13:e8.
5. Xicoy H, Peñuelas N, Vila M, Laguna A. Autophagic- and Lysosomal-Related Biomarkers for Parkinson's Disease: Lights and Shadows. Cells. 2019 Oct 25;8(11):1317.
6. Pitcairn C, Wani WY, Mazzulli JR. Dysregulation of the autophagic-lysosomal pathway in Gaucher and Parkinson's disease. Neurobiol Dis. 2019 Feb;122:72-82.