Actualmente existen diferentes medicamentos para la enfermedad de Parkinson, lo que permite que existan alternativas de tratamiento para cada paciente. Descubra cuáles son.
La enfermedad de Parkinson (EP) es una condición multifacética que puede afectar el sistema motor y no motor durante las distintas etapas de la enfermedad.1 El tratamiento de la enfermedad de Parkinson tiene como objetivo mejorar y prevenir la progresión de los síntomas de esta condición y, a su vez, se encarga del control de las complicaciones que pueden producirse debido al tratamiento farmacológico.2
1. Tratamiento farmacológico para la enfermedad de Parkinson
El tratamiento con medicamentos para la enfermedad debe ser individualizado y estudiado según las características de cada paciente. La finalidad del tratamiento sintomático no es eliminar los síntomas por completo, lo cual tampoco es posible hasta el momento, sino que busca mejorar la incapacidad funcional del paciente.1
La terapia sintomática contribuye en la mejoría de los síntomas de la enfermedad de Parkinson, tales como el temblor, la rigidez y la bradicinesia. En la actualidad, el medicamento de elección para el tratamiento sintomático de la enfermedad continúa siendo la levodopa, medicamento dopaminérgico.2
A. Levodopa
En combinación con un inhibidor periférico de la dopamina decarboxilasa, es considerado el medicamento que, por elección, es más potente para aliviar los síntomas motores de la EP. Este medicamento se indica en etapas tempranas de la patología, en las siguientes condiciones:
- Cuando el paciente no presente mejoría con medicamentos como los inhibidores de la monoamino oxidasa B o los agonistas dopaminérgicos y cuando la funcionalidad de este se vea comprometida.1
- Cuando, debido a la evolución de la EP, el paciente pierde la respuesta al tratamiento previamente indicado. No se recomienda suspender el tratamiento si el paciente se viene tratando con un agonista dopaminérgico, ya que, en combinación, puede ayudar a disminuir la dosis de la levodopa.1
- Cuando el paciente presenta un nivel tan elevado de la EP que no se espera una respuesta favorable por parte de otros medicamentos.1
Se recomienda restringir la dosis de levodopa, en fases iniciales, entre 300 mg y 400 mg al día aproximadamente, con titulación lenta y gradual, especialmente en población geriátrica. Asimismo, se sugiere dilatar la prescripción de este medicamento, siempre y cuando el paciente pueda tomar otras alternativas de tratamiento.1
B. Agonistas dopaminérgicos
Los agonistas dopaminérgicos, que simulan la acción de la dopamina, suelen ser menos eficaces que la levodopa para el control de algunos síntomas de la EP, como la rigidez y la lentitud de los movimientos.1 Esta categoría de medicamentos se divide en dos grupos:1
- Ergolínicos: dentro de este grupo se encuentran medicamentos como bromocriptina, cabergolina, pergolida y lisuride. Estos medicamentos tienen una relación estrecha con la fibrosis valvular cardíaca, por lo que se deben usar como último recurso. El médico debe informar al paciente acerca de los riesgos cardíacos que conlleva esta clase de medicamentos y realizar los respectivos chequeos de manera constante.1
- No ergolínicos: entre ellos se encuentran el pramipexol, ropirinol, rotigotina y piribedil. Estos medicamentos son ideales para el tratamiento de la EP en una etapa inicial leve a moderada, y son adecuados para usar en monoterapia. Los efectos secundarios de los agonistas dopaminérgicos no ergolínicos afectan alrededor del 20 % de personas que los usan, por lo cual es importante limitar la dosis en los pacientes. Se deben monitorear efectos y/o conductas secundarias, como la somnolencia, la hipersexualidad, la pornografía o las conductas obsesivas anormales.1
C. Inhibidores de la monoaminooxidasa B
Esta categoría de medicamentos, entre la que se encuentran la rasagilina y selegilina, producen una mejoría y eficacia en síntomas leves de la EP. Estos fármacos aumentan la vida media de dopamina en la sinapsis, demoran el uso de levopoda al menos hasta un año, poseen un buen perfil de seguridad y no requieren monitoria por algún factor específico.1
D. Anticolinérgicos
Según la evidencia, son medicamentos con efecto leve y no se ha demostrado que brinden mejores resultados que otros medicamentos. Los anticolinérgicos pueden ser útiles en monoterapia; sin embargo, por el alto riesgo de efectos adversos, no se recomienda, para el tratamiento de la EP.1
2. ¿Qué medicamentos nuevos hay para la enfermedad de Parkinson?
En los últimos años se han aprobado nuevos medicamentos como complemento en el tratamiento de la EP, con el objetivo de abordar y mejorar aspectos importantes en la calidad de vida del paciente, sin olvidar los medicamentos anteriormente descritos, que aun se siguen utilizando en la línea terapéutica de esta condición.3
Medicamentos para el estado OFF o apagado
Estos medicamentos están diseñados para reducir el estado off en los pacientes y se dividen en dos: los medicamentos que prolongan el efecto de la dosis de levodopa/carbidopa y aquellos que se utilizan en caso de ser necesario, si los efectos de la medicación desaparecen.3
Medicamentos que prolongan el efecto de la dosis de levodopa/carbidopa:
- La istradefilina: es un antagonista de los receptores A2A de la adenosina, fue creado en Japón y probado en Estados Unidos en 2019. Se ha comprobado que este medicamento tiene un mecanismo de acción novedoso, ya que actúa directamente sobre el receptor de adenosina, sin ser un fármaco dopaminérgico.3
- Opicapona: medicamento aprobado en 2020, en Estados Unidos. Actúa como tratamiento complementario junto con la levodopa sobre las fluctuaciones motoras.3
- Safinamida: es un inhibidor selectivo de la monoaminooxidasa B (MAO-B), actúa como terapia complementaria junto a la levodopa/carbidopa.3
Formulaciones de levodopa diseñadas si los efectos de la medicación desaparecen:
- Polvo de inhalación: fue aprobado en 2018 y su utilización se da cuando los efectos del medicamento desaparecen entre las dosis de carbidopa/levodopa. La presentación de este medicamento es un dispositivo de inhalación activado en el que se insertan cápsulas de 42 mg de levodopa. Cabe resaltar que, para un paciente con EP, la manipulación de este dispositivo puede resultar complicada mientras esté en un periodo off.3
- Película sublingual de apomorfina HCI: la apomorfina es un agonista de la dopamina por lo que sus efectos se manifiestan con rapidez. En 2020 se aprobó una película sublingual, que puede utilizarse como medicamento de rescate en caso de que la dosis de levodopa se agote antes de la siguiente dosis.3
- Apomorfina subcutánea: la apomorfina por inyección se utiliza sola o junto con otros medicamentos con el fin de tratar aquellos periodos de “desconexión” o en off en pacientes con EP avanzada. La dosificación recomendada es 0,5 a 1,0 mg, en inyección subcutánea en la región abdominal, con intervalos de 20 minutos cuando el paciente esté en periodo off.2 Esta modalidad del medicamento permite al paciente realizar movimientos más normales y controlados del cuerpo mientras que reduce los síntomas de la enfermedad.4
3. ¿Qué medicamentos naturales son buenos para la enfermedad de Parkinson?
En los últimos años, distintos autores se han preocupado por la importancia de investigar algunos productos naturales en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson. Algunos de estos productos han demostrado ser más eficaces que los fármacos sintéticos usados como tratamiento. A continuación, se muestran algunos de estos componentes herbales:5
- Baicaleína: es un compuesto activo extraído de la raíz de la Scutellaria baicalensis. Un estudio encontró efectos protectores de esta hierba sobre las mitocondrias, mediante la respiración activa mitocondrial. En el mismo estudio se administró la hierba en un animal con EP inducida y el resultado indicó una reducción del temblor muscular en ratas.5
- Erythrina velutina: es una planta que originalmente se usa como medicina tradicional para el tratamiento de los trastornos del Sistema Nervioso Central (SNC). Esta planta posee un extracto de etanol que brinda un efecto neuroprotector, que podría representar un tratamiento potencial para la EP.5
- Resveratrol: es un polifenólico natural que se encuentra en plantas como las uvas y las bayas. Algunos estudios en animales demuestran que el resveratrol posee efectos cardioprotectores al reducir radicales libres y, a su vez, podría mejorar las deficiencias motoras y la pérdida de las neuronas TH.5
- Tianma Gouteng Yin (TGY): es una medicina tradicional china utilizada para el tratamiento de la EP. Esta medicina demostró una mejoría en las funciones locomotoras y la prevención de la degeneración de las neuronas dopaminérgicas en ratas con EP.5
4. Fisioterapia y ejercicio físico
Diversos estudios han demostrado el beneficio del tratamiento fisioterapéutico en la EP. La terapia física en la enfermedad ha probado una mejoría notable a corto plazo, en lo que refiere la marcha, el equilibro, la discapacidad y la movilidad del paciente.1 Dentro de los ejercicios y actividades físicas prescritas para el paciente con EP se encuentran:1
- Fisioterapia convencional: incluye estiramientos, reeducación de la marcha y ejercicios con mecanoterapia tradicional, ejercicios efectivos para la velocidad de la marcha.
- Estiramiento en cinta rodante: permite una mejora de los parámetros de la marcha de velocidad y la longitud del paso.
- Estiramiento con ejercicios de resistencia progresivos: trae consigo beneficios sobre la fuerza muscular y el acondicionamiento cardiorrespiratorio.
- Estiramiento del movimiento mediante feedback con claves externas: esta modalidad terapéutica va dirigida a pacientes con congelaciones de la marcha y las caídas. Las señales auditivas funcionan mejor que las visuales en el tratamiento de los trastornos de la marcha en pacientes con EP.
- Tai chi: es ampliamente utilizado en el tratamiento de la EP, ya que permite una mejora en el funcionamiento motor, el equilibrio y la movilidad.
- Danza: esta actividad combina estrategias de movimiento con técnicas de retroalimentación, equilibrio y ejercicio físico.
En síntesis, la EP se considera una enfermedad neurodegenerativa que afecta principalmente a pacientes ancianos. En cualquier caso, se debe tener la seguridad de que los avances de la ciencia en materia del descubrimiento de nuevos tratamientos farmacológicos y naturales para la EP son cada vez mayores y con resultados óptimos. No obstante, previamente a la prescripción de un tratamiento farmacológico general, es importante que el médico informe claramente a su paciente sobre su diagnóstico y, posteriormente, proponga un tratamiento adecuado de manera individual según las características de cada paciente.
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Referencias
1. Vargas Jaramillo JD, Barrios Vincos G. Tratamiento de la enfermedad de Parkinson temprana. Acta Neurol Colomb. 26 de julio 2019;35(3):11-18.2. Rueda MG. Tratamiento farmacológico de los trastornos del movimiento. Acta Neurol Colomb. 2019;35(3):247-262.
3. Gilbert R. New treatments for Parkinson’s disease [Internet]. Nueva York: American Parkinson Disease Association; 19 de octubre de 2021 [citado el 6 de abril de 2022]. Disponible en: https://www.apdaparkinson.org/article/new- treatments-for-parkinsons-disease/
4. Mayo Clinic. Apomorphine (subcutaneous route) [Internet]. Rochester: mayoclinic.org; [actualización el 1 de mayo de 2022; citado el 5 de mayo de 2022]. Disponible en: https://www.mayoclinic.org/drugs-supplements/apomorphine- subcutaneous-route/description/drg-20068366
5. Amro MS, Teoh SL, Norzana AG, Srijit D. The potential role of herbal products in the treatment of Parkinson´s disease. Clin Ter. 2018;169(1):23-33.