SISTEMA NERVIOSO CENTRAL
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Innovaciones en el Tratamiento del Parkinson: Terapia Génica, Realidad Virtual y Terapias de Infusión

Innovaciones en el Tratamiento del Parkinson: Terapia Génica, Realidad Virtual y Terapias de Infusión
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La enfermedad de Parkinson (EP) afecta aproximadamente al 1% de la población mayor de 60 años, con una prevalencia creciente debido al envejecimiento poblacional (1). En el marco del Día Mundial del Parkinson, es fundamental resaltar los avances en tratamientos innovadores que buscan mejorar la calidad de vida de los pacientes. Entre ellos, la terapia génica, la realidad virtual (RV) y las terapias de infusión continua e intermitente han demostrado resultados prometedores en la modulación de la progresión de la enfermedad y la optimización de la terapia sintomática (1, 2). 

A continuación, se analiza en detalle el papel de la terapia génica en la EP y su potencial impacto en la neuroprotección y la restauración de funciones motoras.

Terapia Génica en la Enfermedad de Parkinson

La terapia génica ha emergido como un enfoque revolucionario en el tratamiento de la EP, permitiendo la modificación de la expresión génica o la entrega de factores neuroprotectores directamente en el sistema nervioso central (1). A diferencia de las terapias farmacológicas tradicionales, que están diseñadas para el alivio sintomático, la terapia génica tiene el potencial de abordar las causas subyacentes de la enfermedad, ofreciendo una estrategia de tratamiento más duradera y personalizada (1). Actualmente, las aproximaciones más estudiadas incluyen la introducción de genes neuroprotectores, la modulación de circuitos dopaminérgicos y la edición genética mediante CRISPR-Cas9 (1).

La investigación en terapia génica ha identificado varios genes clave involucrados en la progresión de la EP, entre ellos SNCA, LRRK2, PARK2 y GBA1, los cuales juegan un papel central en procesos como la homeostasis de proteínas, la neuroinflamación y la disfunción mitocondrial (1). En particular, la sobreexpresión del gen GDNF (glial cell-derived neurotrophic factor) ha sido ampliamente estudiada debido a su capacidad para promover la supervivencia y regeneración de neuronas dopaminérgicas, convirtiéndolo en un candidato clave para terapias génicas en Parkinson (1).

Diversos estudios han demostrado que la administración de GDNF mediante vectores virales, como el Adeno-Associated Virus (AAV) y el Lentivirus, puede inducir mejoras motoras en pacientes con EP en estadios tempranos (1). Sin embargo, la respuesta al tratamiento ha sido variable, lo que ha impulsado la búsqueda de nuevas estrategias, como la reprogramación celular para la conversión de astrocitos en neuronas dopaminérgicas funcionales mediante el gen NEUROD1 (1). Esta técnica ha mostrado resultados prometedores en modelos preclínicos, sugiriendo su potencial como una alternativa terapéutica futura (1).

El futuro de la terapia génica en Parkinson se centra en la optimización de vectores virales, la personalización de tratamientos basada en perfiles genéticos y la combinación con otras estrategias terapéuticas para maximizar su eficacia (1). Un área de investigación emergente es el uso de la tecnología CRISPR-Cas9, la cual ha permitido la edición precisa de mutaciones patogénicas en genes como LRRK2 y SNCA, con resultados alentadores en estudios experimentales (1).

A pesar del potencial de la terapia génica, persisten varios desafíos, incluyendo la necesidad de mejorar la distribución de los genes terapéuticos en el cerebro y la minimización de efectos adversos asociados con respuestas inmunológicas a los vectores virales (1). No obstante, la evidencia acumulada hasta el momento sugiere que la terapia génica podría no solo retrasar la progresión de la enfermedad, sino también restaurar la función neuronal en pacientes en etapas iniciales (1).

Tabla 1. Estudios recientes sobre terapia génica en la enfermedad de Parkinson

Autor

Año

Enfoque

Hallazgos Clave

Sartorelli et al.

2025

Terapia génica con GDNF

Mejora en función motora, pero con variabilidad en respuesta de pacientes.

Kim & Chang

2024

Conversión de astrocitos en neuronas dopaminérgicas mediante NEUROD1

Recuperación parcial de dopamina en modelos preclínicos.

Kim & Chang

2024

Edición genética con CRISPR-Cas9 en SNCA y LRRK2

Potencial para eliminar mutaciones patogénicas y restaurar la homeostasis neuronal.

 

Terapia Conductual con Realidad Virtual tipo Oculus

La realidad virtual (RV) ha emergido como una herramienta innovadora en la rehabilitación neurológica, ofreciendo una experiencia inmersiva que facilita la plasticidad cerebral y la recuperación funcional en pacientes con enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson (4). A diferencia de los métodos tradicionales de rehabilitación, la RV permite la simulación de entornos controlados y personalizados, lo que favorece la ejecución de movimientos repetitivos y específicos en un entorno motivador y seguro (4).

En el contexto de la enfermedad de Parkinson, la terapia conductual basada en RV se enfoca en mejorar la coordinación motora, el equilibrio y la capacidad de respuesta neuromuscular (4). Mediante el uso de dispositivos como Oculus Rift, HTC Vive y PlayStation VR, los pacientes pueden participar en ejercicios interactivos diseñados para estimular las vías dopaminérgicas y mejorar la función motora (4). Diversos estudios han demostrado que la terapia con RV es eficaz en la mejora del equilibrio, la movilidad y la función motora en pacientes con Parkinson (5). En una revisión sistemática realizada por Marotta et al. (2022), se analizó el impacto de la RV en la rehabilitación de pacientes con Parkinson y se concluyó que el uso de entornos inmersivos contribuye significativamente a la reducción de la bradicinesia y la rigidez muscular, dos de los principales síntomas motores de la enfermedad (5).

 Comparada con las terapias convencionales, la RV ofrece varias ventajas:

  • Mayor adherencia al tratamiento, ya que los pacientes experimentan mayor motivación e interés al realizar ejercicios en un entorno virtual interactivo (5).
  • Personalización de los ejercicios, adaptándose a las necesidades individuales de cada paciente, lo que permite una rehabilitación más específica y efectiva (5).
  • Monitorización objetiva del progreso del paciente, mediante el análisis de datos en tiempo real que facilitan la toma de decisiones clínicas (5).
  • En términos de eficacia, estudios han reportado que los pacientes que utilizan RV muestran una mejoría en la velocidad de marcha y en la estabilidad postural tras ocho semanas de tratamiento, en comparación con aquellos que siguen programas convencionales de fisioterapia (5).

A pesar de sus beneficios, la terapia con RV presenta ciertas limitaciones. En primer lugar, el acceso a la tecnología puede ser un factor limitante, ya que no todos los centros de rehabilitación cuentan con los recursos para implementar estos sistemas de manera regular (6). Otro desafío es la adaptabilidad de los dispositivos VR en pacientes con Parkinson avanzado, ya que algunos pueden experimentar dificultades para utilizar los controladores o mantener el equilibrio mientras están inmersos en el entorno virtual (6). Además, se han reportado casos de mareo y fatiga visual, lo que puede afectar la tolerancia del paciente a sesiones prolongadas de terapia (6). A pesar de estos desafíos, la RV sigue siendo una herramienta prometedora en la rehabilitación de la enfermedad de Parkinson, especialmente cuando se combina con otras estrategias terapéuticas, como la terapia génica y las terapias de infusión (6).

Terapias de Infusión Continua e Intermitente

Las terapias de infusión continua e intermitente han revolucionado el manejo clínico del Parkinson avanzado, ofreciendo una administración más estable y controlada de fármacos en comparación con los tratamientos orales convencionales (2). Estas terapias permiten mantener concentraciones plasmáticas constantes de medicamentos dopaminérgicos, reduciendo las fluctuaciones motoras y mejorando la calidad de vida de los pacientes (2).

Entre las terapias de infusión más utilizadas se encuentran la levodopa/carbidopa en infusión intestinal continua (LCIG) y la apomorfina en infusión subcutánea, ambas aprobadas para el tratamiento de fluctuaciones motoras severas en pacientes con Parkinson en estadios avanzados (2).

  • Levodopa/Carbidopa en Infusión Intestinal Continua (LCIG)

La LCIG se administra mediante una sonda de gastrostomía percutánea directamente en el intestino delgado, permitiendo una absorción más estable de la levodopa y reduciendo las fluctuaciones plasmáticas que se observan con la administración oral (2). Esta terapia ha demostrado ser eficaz en la reducción de las discinesias y los periodos OFF, logrando un control más estable de los síntomas motores (2).

  • Apomorfina en Infusión Subcutánea

La apomorfina es un agonista dopaminérgico que se administra de manera continua mediante una bomba de infusión subcutánea (3). Su principal ventaja es su rápido inicio de acción, lo que la convierte en una opción ideal para pacientes con fluctuaciones motoras severas que requieren un alivio inmediato de los síntomas (3). Sin embargo, se han reportado efectos adversos como reacciones en el sitio de inyección y náuseas, lo que puede limitar su uso en algunos pacientes (3). Diversos estudios han demostrado que las terapias de infusión mejoran significativamente la calidad de vida y el control motor de los pacientes con Parkinson avanzado (3). En particular, los pacientes tratados con LCIG presentan una reducción del 60% en el tiempo OFF diario y un aumento en la duración de los periodos ON sin discinesias (3).

Por su parte, la apomorfina ha sido efectiva en la reducción rápida de episodios OFF, permitiendo una mayor independencia funcional en los pacientes que la utilizan (3). Sin embargo, la selección del tratamiento adecuado depende de múltiples factores, incluyendo la tolerancia del paciente, la disponibilidad del tratamiento y la evaluación clínica por parte del especialista (3).

Las terapias de infusión están indicadas en pacientes con Parkinson avanzado que presentan fluctuaciones motoras severas y no logran un control adecuado de los síntomas con terapia oral (3). La decisión de implementar una terapia de infusión debe ser individualizada, considerando factores como la progresión de la enfermedad, la tolerancia a los fármacos y la presencia de comorbilidades (3). Para pacientes con intolerancia a la levodopa oral, la LCIG puede ser la mejor opción, ya que proporciona un suministro estable de dopamina en el sistema nervioso central (3). En cambio, la apomorfina es preferida en aquellos pacientes que requieren una respuesta rápida a los episodios OFF y no desean someterse a un procedimiento invasivo (3).

Los avances recientes en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson han permitido el desarrollo de estrategias innovadoras como la terapia génica, la realidad virtual y las terapias de infusión continua e intermitente, cada una con un impacto significativo en el manejo de los síntomas motores y la calidad de vida de los pacientes (1,2,3,4,5,6). La terapia génica ha demostrado ser una herramienta prometedora en la modulación de los mecanismos moleculares subyacentes del Parkinson, con potencial para ralentizar la progresión de la enfermedad y restaurar la función neuronal, aunque aún enfrenta desafíos en la distribución eficiente de los genes terapéuticos y la respuesta inmunológica a los vectores virales (1). La realidad virtual ha mostrado su eficacia en la rehabilitación neuromotora al mejorar la coordinación, el equilibrio y la estabilidad postural, con la ventaja de personalizar los ejercicios y permitir una monitorización más precisa del progreso del paciente, aunque su acceso generalizado aún es limitado por barreras tecnológicas y económicas (4,5,6). Por otro lado, las terapias de infusión continua e intermitente han permitido una administración más estable de la medicación dopaminérgica, reduciendo las fluctuaciones motoras y mejorando la independencia funcional de los pacientes con Parkinson avanzado, con opciones como la levodopa/carbidopa en infusión intestinal continua y la apomorfina en infusión subcutánea, cuya selección debe adaptarse a las necesidades de cada paciente (2,3).

A pesar de estos avances, el manejo del Parkinson sigue siendo un desafío que requiere un enfoque multidisciplinario que combine terapias emergentes con estrategias tradicionales y futuras innovaciones, como la estimulación cerebral profunda y el desarrollo de fármacos neuroprotectores, para ofrecer un tratamiento más integral y personalizado (1,2,3,4,5,6). La evolución del tratamiento dependerá de la accesibilidad a estas terapias avanzadas y del desarrollo de protocolos basados en la genética y la neurofisiología individual, con la expectativa de que estos enfoques no solo optimicen la calidad de vida de los pacientes, sino que también contribuyan a una mejor comprensión de la fisiopatología de la enfermedad y, en última instancia, a la búsqueda de una cura definitiva (1,2,3,4,5,6).

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Referencias

  1. Sartorelli, J., Ng, J., Rahim, A. A., Waddington, S. N., et al. (2025). Genetic therapies for movement disorders—current status. Journal of Neurology, 272(3), 220. https://doi.org/10.1007/s00415-025-12940-5
  2. van Laar, T., Chaudhuri, K. R., Antonini, A., et al. (2023). Infusion therapies in the treatment of Parkinson's disease. Journal of Parkinson's Disease, 13(5), 641–657. https://doi.org/10.3233/JPD-225112
  3. Antonini, A., D'Onofrio, V., Guerra, A. (2023). Current and novel infusion therapies for patients with Parkinson's disease. Journal of Neural Transmission, 130(11), 1349–1358. https://doi.org/10.1007/s00702-023-02693-8
  4. Kashif, M., Ahmad, A., Mohseni Bandpei, M. A., et al. (2022). Systematic review of the application of virtual reality to improve balance, gait and motor function in patients with Parkinson's disease. Medicine, 101(31), e29212. https://doi.org/10.1097/MD.0000000000029212
  5. Marotta, N., Calafiore, D., Curci, C., et al. (2022). Integrating virtual reality and exergaming in cognitive rehabilitation of patients with Parkinson's disease: A systematic review of randomized controlled trials. European Journal of Physical and Rehabilitation Medicine, 58(6), 818–826. https://doi.org/10.23736/S1973-9087.22.07643-2
  6. Agostini, F., Conti, M., Morone, G., et al. (2025). The role of virtual reality in postural rehabilitation for patients with Parkinson's disease: A scoping review. Brain Sciences, 15(1), 23. https://doi.org/10.3390/brainsci15010023