La hipertensión arterial es un factor de riesgo principal para las enfermedades cardiovasculares (ECV), como infartos cardíacos y accidentes cerebrovasculares, que son las principales causas de mortalidad a nivel mundial. El manejo de la hipertensión es crucial para reducir el riesgo de ECV y mejorar la salud general.
En los últimos años, los investigadores han estado explorando métodos novedosos para evaluar y monitorear la salud arterial con el objetivo de mejorar el manejo de la hipertensión. Uno de estos métodos que está ganando atención es el Índice cardio-tobillo (Cardio-Ankle Vascular (CAVI)).1,2
Figura ¡. CAVI
La rigidez arterial es un marcador importante utilizado para predecir futuros eventos cardiovasculares. Varios factores de riesgo cardiovascular contribuyen al aumento de la rigidez arterial, incluyendo la edad, el metabolismo de la glucosa/lípidos, el tabaquismo y la presión arterial. Entre estos factores, la presión arterial tiene un impacto especialmente significativo en la rigidez arterial. La presión arterial elevada se asocia fuertemente con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. El método tradicional de medición de la presión arterial en un entorno clínico, conocido como presión arterial en el consultorio, es un parámetro clave en el manejo de la hipertensión.2
Un estudio realizado por Kawabata et al., publicado en Hypertension Research, resalta la importancia del CAVI en el contexto del manejo de la hipertensión. Los investigadores encontraron que los valores de CAVI eran significativamente más altos en individuos con un control deficiente de la presión arterial en el consultorio, independientemente de si estaban recibiendo medicación antihipertensiva. Esta observación sugiere que el aumento de la rigidez arterial, como lo indica el CAVI, desempeña un papel crucial en el mecanismo por el cual la presión arterial elevada en el consultorio contribuye al desarrollo de eventos cardiovasculares.3 Entonces, la presión arterial elevada conduce al aumento de la presión intraluminal en los vasos sanguíneos y perjudica la función endotelial, lo que finalmente provoca una rigidez arterial funcional. Además, promueve la hipertrofia del músculo liso vascular, la proliferación y la degeneración de los tejidos conectivos vasculares, lo que lleva a una rigidez arterial estructural. Estas anormalidades hemodinámicas resultantes del aumento de la rigidez arterial pueden causar diversos problemas, como un aumento de la poscarga cardíaca, una disminución en el flujo sanguíneo coronario, daño microvascular y daño en la pared arterial. Todos estos factores contribuyen al desarrollo o empeoramiento de enfermedades cardiovasculares.1-3
El manejo de la hipertensión no se limita simplemente a controlar la presión arterial en el consultorio médico. Se ha reconocido ampliamente que la presión arterial puede fluctuar en diferentes momentos del día y en respuesta a diversos factores. Por lo tanto, es fundamental obtener una evaluación integral de la salud cardiovascular de un paciente para tomar decisiones de tratamiento efectivas. En el contexto de la evaluación de la rigidez arterial y el riesgo cardiovascular en pacientes hipertensos, el CAVI emerge como un marcador complementario valioso. Mientras que la presión arterial en el consultorio sigue siendo un indicador común en el control de los niveles de presión arterial, el CAVI ofrece una perspectiva diferente al evaluar la salud arterial. Su capacidad para reducir la influencia de las fluctuaciones de la presión arterial lo convierte en un marcador confiable para medir la rigidez arterial subyacente en individuos con hipertensión mal controlada.4
El CAVI presenta un potencial significativo en la evaluación de la rigidez arterial y el manejo de la hipertensión. Su capacidad para proporcionar una medición independiente de la rigidez arterial, sin verse afectada por las fluctuaciones de la presión arterial, lo convierte en una herramienta valiosa para evaluar el riesgo cardiovascular en pacientes hipertensos. En conclusión, la combinación de medidas de presión arterial en el consultorio, presión arterial en el hogar y marcadores como el CAVI puede proporcionar una evaluación más completa y personalizada de la salud cardiovascular en pacientes con hipertensión.3,4
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Referencias