El trastorno neurocognitivo asociado al VIH (HAND, por sus siglas en inglés) representa una faceta significativa y compleja en el manejo clínico de pacientes con VIH.
A nivel global, aproximadamente 39 millones de personas viven con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), con hasta 1.7 millones de casos nuevos cada año. A pesar de los avances significativos en el tratamiento antirretroviral combinado (cART), que han mejorado considerablemente la esperanza de vida de estos pacientes, las complicaciones neurocognitivas continúan siendo un desafío importante. El HAND abarca un espectro de disfunciones neurocognitivas, que van desde formas asintomáticas hasta formas más severas, como la demencia asociada al VIH. Estudios han reportado variaciones en la prevalencia del HAND, dependiendo de los criterios diagnósticos utilizados. Las estimaciones sugieren que hasta el 52% de los pacientes con VIH pueden experimentar alguna forma de deterioro cognitivo, aunque definiciones más estrictas reducen este rango al 14-28%. Esta prevalencia se espera que aumente a medida que la población con VIH envejece, sumando las complicaciones de morbilidades asociadas a la edad. 1
El HAND se define como un declive clínicamente significativo en múltiples dominios de la función neuropsicológica que no se atribuye exclusivamente a otros factores aparte de la infección por VIH. Para propósitos de investigación, los criterios de Frascati se utilizan comúnmente para identificar HAND (ver tabla 1), clasificándose en tres niveles de deterioro: deterioro neurocognitivo asintomático (ANI), trastorno neurocognitivo leve (MND) y demencia asociada al VIH (HAD). El diagnóstico clínico de HAND, basado en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), requiere evidencia tanto objetiva (por ejemplo, disminución en pruebas neuropsicológicas estándar) como subjetiva (por ejemplo, quejas) de deterioro, a diferencia de los criterios de Frascati.2,3
Criterio |
Descripción |
Aplicación Clínica |
Deterioro Neurocognitivo Asintomático (ANI) |
- Deterioro en ≥2 dominios cognitivos, ≥1 desviación estándar por debajo de la media. - Sin interferencia significativa en las actividades cotidianas. |
Evaluar mediante pruebas neuropsicológicas. Observar ausencia de impacto significativo en la vida diaria. |
Trastorno Neurocognitivo Leve (MND) |
- Deterioro en ≥2 dominios cognitivos, ≥1 desviación estándar por debajo de la media. - Interferencia leve o moderada en las actividades cotidianas. |
Realizar pruebas neuropsicológicas. Corroborar mediante historial del paciente o informes de cuidadores sobre dificultades en actividades diarias. |
Demencia Asociada al VIH (HAD) |
- Deterioro en ≥2 dominios cognitivos, ≥2 desviaciones estándar por debajo de la media. - Interferencia significativa en las actividades cotidianas, posiblemente requiriendo asistencia. |
Utilizar pruebas neuropsicológicas avanzadas. Confirmar a través de observación clínica y reportes de deterioro funcional considerable. |
Evaluación Cognitiva |
- Incluir pruebas de memoria, atención, velocidad de procesamiento, funciones ejecutivas, habilidades motoras y de lenguaje. |
Seleccionar baterías de pruebas neuropsicológicas estándar adaptadas al nivel educativo y cultural del paciente. |
Exclusión de Otras Causas |
- Descartar otras causas de deterioro cognitivo, como efectos de sustancias, otras infecciones del SNC, o condiciones psiquiátricas. |
Realizar una evaluación médica completa, incluyendo historial clínico, examen físico y pruebas complementarias según sea necesario. |
La comprensión del HAND en pacientes con VIH es crucial para abordar integralmente las necesidades de esta población. Con el envejecimiento de la población con VIH y el aumento de la prevalencia de comorbilidades relacionadas con la edad, es imperativo que los profesionales de la salud estén equipados con el conocimiento adecuado para identificar y manejar eficazmente este trastorno. La continua investigación y actualización en este campo son esenciales para mejorar la calidad de vida de estos pacientes.
Resulta clave entender que es esencial abordar cómo este deterioro cognitivo afecta la calidad de vida (QoL) de los pacientes. Los estudios actuales, aunque limitados, aportan una visión significativa sobre esta interacción.3,4
La calidad de vida (QoL) es un componente crítico en la gestión de enfermedades crónicas como el VIH. La investigación sugiere que, en general, la QoL se ve disminuida en pacientes con HAND en comparación con aquellos sin deterioro cognitivo. Los estudios que utilizan instrumentos como el MOS-HIV y el SF-36 indican que los pacientes con HAND tienden a reportar puntuaciones más bajas en diversas dimensiones de la QoL:2,3,4,5
La revisión de la literatura actual enfatiza la necesidad de más investigaciones en este campo, particularmente estudios que exploren en profundidad el impacto del HAND en diferentes dimensiones de la calidad de vida. La inclusión de intervenciones holísticas en el cuidado de pacientes con VIH y HAND es esencial para mejorar su bienestar general. A medida que el campo de la atención del VIH sigue evolucionando, es vital que los proveedores de atención médica consideren no solo el tratamiento del virus, sino también las complejas necesidades cognitivas y de calidad de vida de estos pacientes (ver tabla 2).3,5
Tabla 2. Recomendaciones de abordaje y manejo de los pacientes con HAND
Aspecto |
Recomendaciones para Médicos |
Diagnóstico de HAND |
Utilizar los criterios de Frascati para la evaluación y categorización del HAND. Considerar tanto pruebas objetivas neuropsicológicas como reportes subjetivos del paciente. |
Evaluación Continua |
Realizar evaluaciones periódicas de la función cognitiva para monitorear el progreso y ajustar el tratamiento según sea necesario. |
Manejo del Tratamiento Antirretroviral |
Asegurar una adherencia óptima al cART, considerando posibles interacciones y efectos sobre la función cognitiva. |
Apoyo Psicológico |
Referir a los pacientes para apoyo psicológico y psiquiátrico, especialmente aquellos que muestran signos de depresión o ansiedad. |
Educación y Apoyo al Paciente |
Proporcionar educación sobre HAND a pacientes y cuidadores, incluyendo estrategias para manejar síntomas y mejorar la calidad de vida. |
Intervenciones de Estilo de Vida |
Fomentar estilos de vida saludables, incluyendo ejercicio regular, dieta balanceada y actividades que estimulen la función cognitiva. |
Apoyo Social y Comunitario |
Orientar a los pacientes hacia recursos comunitarios y grupos de apoyo para mejorar su bienestar social y emocional. |
Evaluación de la Funcionalidad |
Evaluar regularmente la capacidad del paciente para realizar actividades de la vida diaria y proporcionar recursos para apoyar la independencia. |
Manejo Multidisciplinario |
Colaborar con un equipo multidisciplinario, incluyendo neurología, psiquiatría, trabajo social, y terapia ocupacional para una atención integral. |
Investigación y Actualización Continua |
Mantenerse actualizado con la investigación más reciente y las mejores prácticas en el tratamiento del VIH y HAND. |
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Referencias